Los hijos son como barcos:
deben salir y vivir sus propias
tempestades,pero no olvides que
los padres somos como puertos,
a donde podrán llegar siempre
para recargar energía y seguir
adelante.
Los hijos son como barcos:
deben salir y vivir sus propias
tempestades,pero no olvides que
los padres somos como puertos,
a donde podrán llegar siempre
para recargar energía y seguir
adelante.
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