Familia es

La familia no depende
de la sangre. Depende
de quien está dispuesto
a sostenerte de la mano
cuando mas lo necesitas.
Si alguien nos quiere, aceptará lo que somos en conjunto.
De hecho, en ocasiones para satisfacer a otras personas
acabamos haciendo algo que no deseamos o con lo que no
nos identificamos. Es decir, al convivir a veces no nos
queda más remedio que ceder o cumplir en el plano social.
Un “NO” en el momento justo, aunque nos cueste y sea algo
muy duro, es darnos una oportunidad para empezar de nuevo
y dejar de hacernos daño.

Dejar claros cuáles son los propios valores
es una información útil y esencial para
quienes nos rodean. Solo de esta forma
estaremos en disposición de conectar
con lo que somos.
Mientras tú sepas quién
eres, no tienes nada
que demostrar a nadie.
Aprende a vivir en paz
contigo mism@.
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