Lo que yo quiero para mis hijos
Lo que yo quiero para mis hijos: es larga vida, salud, felicidad y que la bendición de Dios me los guíe y proteja donde quiera que vayan y se encuentran.Cierta vez preguntaron a una madre cuál era su hijo preferido, aquel que ella mas amaba.
Ella, dejando entrever una sonrisa, respondió:
”Nada es más voluble que un corazón de madre y como madre, le respondo:
El hijo mas amado es:
Aquél a quien me dedico en cuerpo y alma: Es mi hijo enfermo, hasta que sane.
El que un día se fue, hasta que vuelva.
El que está cansado, hasta que descanse.
El que está con hambre, hasta que se alimente. El que está con sed, hasta que beba.
El que está estudiando, hasta que aprenda.
El que está desnudo, hasta que se vista.
El que no trabaja, hasta que se emplee.
El que se enamora, hasta que se case.
El que se casa, hasta que establezca su familia.
El que es padre, hasta que críe a sus hijos.
El que prometió, hasta que cumpla.
El que debe, hasta que pague.
El que llora, hasta que sane su corazón.
Y ya con el semblante bien distante de aquella sonrisa, completó:
El que ya me dejó … hasta que lo reencuentre…”
Una madre siempre ve en su hijo la esperanza dormida que un día despertará.
Mi FE siempre me sostiene.
Madre es madre, aunque el hijo se olvide de ella.
Así es y así será por siempre ….
Porque cada hijo en su momento es el más amado.
> Cuando eres mamá de más de un hijo, hay uno que cuesta más.
> Es el que te contesta, el que te reta, el que te “prende”, el que hace que leas todos los libros de ayuda, porque el que tomas sesiones de terapia, por el que escuchas podcasts, videos, audios.
> Ese es el hijo que cuesta más. Y cuesta más porque es el que se parece más a nosotros, es el que proyecta aquello que aún no hemos visto en nosotros mismos, es el que nos recuerda lo que somos, es el que nos refleja que aún no somos la mejor versión de nosotros.
> Este hijo necesita más amor y más atención de la que te imaginas, es el que necesita más control aunque te ruegue con su actitud que necesita estar solo, es el que necesita una mamá presente porque aún no puede autocontrolarse.
> Así es que aunque a veces sientas que no puedes con él, abrázalo fuerte, verás que no se moverá.
> Aunque sientas que quieres explotar ante algo que te diga, voltea y dile, “te amo como eres”, y notarás que su semblante se relaja.
> Aunque quieras gritarle que por ahí no, que ese no es el camino, para y mejor toma su mano y guíalo hacia donde tu creas más conveniente.
> Aunque quieras perder la paciencia, no lo hagas porque cada acto de rebeldía es un grito desesperado de tu hijo para que lo voltees a ver, enséñale que no tiene que hacerlo de esa forma, que basta con que te diga que necesita, dile siempre “aquí estoy”, “aquí sigo”, “te escucho”, “dime que necesitas”, “aquí estoy siempre”.
> Y aunque no sepas cómo, da por hecho que todo saldrá bien, porque lo único que tú hijo necesita es tu presencia, tu tiempo y tu mirada.
> Ese hijo que cuesta más, es el menos fuerte y el que te necesita más, es el que no sabe por dónde, es el que te escogió como mamá porque sabía desde antes de nacer, que tú podrías guiar sus pasos siempre.
> Autor desconocido más como esto