Nada que demostrar

Mientras tú sepas quién
eres, no tienes nada
que demostrar a nadie.
Aprende a vivir en paz
contigo misma.

El silencio no siempre
es cobardía, a veces es
prudencia y otras veces
es INTELIGENCIA.

Nos vamos volviendo
adictos a la soledad,
a sentir paz, a no dar
explicaciones, a tener
nuestro espacio, a no dejar
entrar en el corazón ni en
la piel a cualquiera, a ser
autosuficientes y a brillar
solos. Y no es por miedo…
es AMOR PROPIO.

Si alguien nos quiere, aceptará lo que somos en conjunto.
De hecho, en ocasiones para satisfacer a otras personas acabamos haciendo algo que no deseamos o con lo que no nos identificamos. Es decir, al convivir a veces no nos queda más remedio que ceder o cumplir en el plano social.
Un “NO” en el momento justo, aunque nos cueste y sea algo muy duro, es darnos una oportunidad para empezar de nuevo y dejar de hacernos daño.
Demostrar quién eres y lo que quieres es una técnica de supervivencia necesaria.
Dejar claros cuáles son los propios valores es una información útil y esencial para quienes nos rodean.
Solo de esta forma estaremos en disposición de conectar con lo que somos. más como esto

No obstante, lejos de considerar esto como como un acto egoísta, vale la pena observarlo más bien como ‘una celebración de nosotros mismos’. Nadie debe sentirse obligado a aparentar algo que no es.

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