Querida hermana
Querida hermana.
Aunque no te abrace
todos los días, estás siempre
en mis oraciones y en mi
corazón.
Cada uno toma direcciones diferentes,
pero las raíces son siempre las mismas.
Mis herman@s son una prueba de que Dios
no quería que estuviera sol@ nunca mas como esto.
Las hermanas se enojan, molestan, interfieren, critican. Ellas disfrutan
profundamente de tu mal humor, con comentarios sarcásticos entre dientes. Las hermanas, prestan, rompen y monopolizan el baño. Pero si la catástrofe te golpea, ellas están allí para defenderte de todos.